Cosas que las empresas (y sus clientes) deberían hacer para aplanar la curva

Es entendible que las personas se preocupen al operar un dispensador de combustible durante la pandemia global de COVID-19. Al igual que las manijas de las puertas, los pasamanos o los botones del elevador, muchas personas los tocan por un corto período de tiempo. Son puntos de contacto obligatorios, como cualquier otra superficie pública. Y al igual que la mayoría de las superficies públicas, las reglas del juego han cambiado.

Para su tranquilidad, el público en general debe saber que las tiendas de conveniencia y las estaciones de servicio están tomando medidas extraordinarias para garantizar la seguridad de las personas cuando visitan estos negocios que son de primera necesidad para los consumidores.. De hecho, hay mucha atención de los medios de comunicación en torno a la increíble respuesta de las tiendas de conveniencia que se están ayudando a sus comunidades en estos momentos difíciles. Algunas están ofreciendo domicilios, entregando en puerta, entre otras cosas.

El hecho es que todos estamos juntos en esto. Para aplanar la curva y vencer al virus, todos debemos hacer nuestra parte.

Consejos para minoristas:

Hay muchas recomendaciones sobre soluciones para limpiar y desinfectar superficies de alto contacto, pero algunos productos químicos son demasiado fuertes y pueden dañar los dispensadores de combustible. Los limpiadores a base de amoníaco debilitan y dañan las puertas del bisel, las pantallas y otros componentes esenciales del dispensador.

Consumer Reports también desaconseja el uso de soluciones basadas en amoníaco.

Sugerimos utilizar estos dos métodos, según lo recomendado por el CDC.
•    Método preferido: Limpie el dispensador con agua y jabón y desinfecte limpiando 70% de isopropanol (alcohol isopropílico) en el dispensador.
•    No lo rocíe, asegúrese de dejarlo durante al menos 20 segundos y luego enjuague con agua con un balde y una esponja; nunca use una lavadora a presión o un rociador.
•    Método alternativo (Si el método preferido anterior no está posible): Limpie el dispensador con agua y jabón y desinfecte limpiando una solución de cloro (instrucciones a continuación) en el dispensador.
•    No lo rocíe, luego enjuague con agua con un balde y una esponja; nunca use una lavadora a presión o un rociador.
•    Prepare una solución de lejía mezclando:
o    5 cucharadas (1/3 de taza) de blanqueador/cloro por galón de agua o
o    4 cucharaditas de blanqueador/cloro por litro de agua
•    Si la proporción de blanqueador / agua es mayor que esto, se puede dañar el dispensador
Otras consideraciones de limpieza para minoristas:
•    No use combustibles, acetona u otros tipos de alcohol (como el etanol)
•    No use ningún limpiador o abrillantador con un elemento cítrico.
•    No use limpiadores que contengan amoníaco, hidróxido de sodio o ácidos. Cosas como el limpiacristales contienen amoníaco y dañarán los dispensadores.
•    No use solventes fuertes
•    No rocíe ningún limpiador o agua en el lector de tarjetas, impresora de recibos, aceptador de efectivo o pantallas

Consejos para el consumidor:
Usar un dispensador de combustible no es diferente a abrir una puerta del congelador en el supermercado. Las empresas están tomando medidas sin precedentes para que sus negocios sean seguros para los consumidores. Aún así, las personas que operan dispensadores de combustible deben tener precaución, dándoles un tratamiento similar al carrito de compras de una tienda de cualquier tienda.

Si es posible, limpie el mango de la pistola, los botones y los teclados con un paño desinfectante.
Durante la pandemia, y luego de tener contacto con cualquier superficie por fuera de su hogar, incluido un dispensador de combustible, lávese las manos con agua y jabón durante 20 segundos. Si esto no es posible, use desinfectante para manos.

Algunas personas han encontrado algunas soluciones creativas para lidiar con tocar la pistola de combustible.

Queremos agradecer a todas las personas que están en la primera línea de esta industria esencial, manteniendo a las empresas y al mundo funcionando de la manera más normal posible. Los minoristas, grandes y pequeños, están avanzando para servir a sus comunidades de maneras nuevas y creativas.

Y aunque nada de esta situación es conveniente, destaca el papel fundamental que juegan las tiendas de conveniencia y continuará jugando en nuestra sociedad global.